Conoce la bonita tradición purépecha de Día de Muertos

Michoacán es uno de estados más representativos en lo que a la tradición de Día de Muertos se refiere.

Hoy te voy a platicar un poco de la “animeecheri kúinchekua”, la fiesta de ánimas purépecha que más que un culto a la muerte es la celebración a la continuidad de la vida o dicho de otro modo la ‘otra vida’.

La fiesta de las ánimas es la oportunidad de tener ese ‘encuentro’ con quienes ya no están físicamente, pero regresan una vez al año para convivir con nosotros.

Por esto, las familias se reúnen para comer junto con aquellos que ‘regresaron’ y para quienes se hacen sus platillos favoritos, se adorna el lugar y hasta hay cohetes para celebrar el reencuentro.

¿Pero qué hace tan especial la tradición purépecha? Ellos aseguran que cuando uno muere el cuerpo se sepulta pero el alma vive y se reúne con otros seres queridos fallecidos antes.

Todos ellos tienen la oportunidad de regresar a esta vida para convivir con su pueblo, en donde se montan enormes altares ya sea en los panteones o en la casa del ser querido.

El diseño del altar depende del gusto de los familiares pero también se considera si es el primer año que no está entre ellos o si desean hacer algo más pequeño.

Pero hay elementos que no pueden faltar en el altar porque representan símbolos muy específicos. En el caso del altar purépecha estas son las características imperdibles:

Papel picado: Representa la alegría del Día de Muertos.
Retrato: Para recordar al ser querido.
Flor de cempasúchitl: Guía de los espíritus en este mundo.
Sal: Simboliza la purificación para que el alma no se corrompa en su viaje.
Cruz de ceniza: Purifica el espíritu del muerto de sus culpas pendientes.
Velas: Alumbran el camino de las almas en su regreso a su morada.
Copal e incienso: Para alejar a los malos espíritus y purificar el ambiente.
Agua: Purifica el alma y alivia la sed del camino.
Comida: Para deleitar el paladar del ser querido.
Pan de muerto: En el caso de la tradición purépecha, esta pieza tiene la forma del ánima que se espera, se coloca junto al altar o tumba donde el ánima cuando llega lo come y al mismo tiempo lo impregna de su esencia.
Arco de cempasúchil y fruta: Representa la entrada al inframundo.
Mariposas: Como en esta época también llegan las mariposas monarca a México desde Canadá, hay una leyenda que cuenta que estas mariposas son en realidad las almas de los fieles difuntos que regresan para celebrar con los vivos.

Y cómo no habría de serlo si está llena de belleza, color, sabor pero sobre todo de un profundo cariño con el que recordamos a los que ya se nos adelantaron en el camino.

Por ahora no es posible disfrutar esta tradición como nos gustaría, pero desde casa podemos honrarlos.